jueves, 13 de noviembre de 2008

Y en chile Cuando...

Este martes 11 de noviembre, el Senado uruguayo aprobó el Proyecto de Ley de Defensa de la Salud Sexual y Reproductiva, por 17 votos de 29. Esta ley, respaldada por el 60% de la población, aprueba el aborto hasta las 12 semanas de gestación respetando el derecho de las mujeres sin distinción de clase social ni credo.
Uruguay ha dado muestras que la democracia puede triunfar sobre las amenazas de grupos fundamentalistas y religiosos.
Aunque el presidente uruguayo amenazó con veto a la ley, estamos confiadas que dentro de 10 días esta ley se promulgará dando respuesta al deseo de un pueblo que mayoritariamente piensa que las mujeres tienen derecho a decidir sobre sus vidas por sobre los discursos fundamentalistas de unos pocos.
Católicas por el Derecho a Decidir - Chile junto con Latinoamérica, se suma a los festejos de los y las uruguayas que ve en esta manifestación de la democracia, un gran paso en la defensa de nuestros derechos reproductivos.
Del mismo modo, instamos a nuestros parlamentarios y parlamentarias a legislar sobre el aborto recordando que hay un Proyecto de Ley presentado por los diputados Marco Enríquez – Ominami y René Alinco el año 2006 que aún duerme en la Comisión de Salud.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Pasajero-s-

¡Cállate! Por que no tienes idea quien soy yo, no pierdes, mas la oportunidad de observar el brillo incandescente de mis ojos perturbados del tizne del des-amor que quedará sellado por el tiempo y no tengo el menor interés de saber con quien hablo, te esperé Penélope tejiendo historias que me convenía contar algunas te maravillarían, te enamorarías, te reirías…tendrías la intención de cantarme en algún oído y hablarme bajo: contarme tus historias, tus secretos, dejarías que yo te conociera; pretendo arrancarte y correr lejos de ahí, pero mi cama hedionda de tus pliegues juguetones, mi memoria con tus besos y esos ojos inocentes que me hicieron caer, contigo supe lo que realmente anhelaba tanto, contigo me descubrí, como niño acaricié la mano de un desconocido que me llevó, ya lo decían los cuentos: “no te vayas con desconocidos”. Da lo mismo tu sexo por que no sacio mi hambruna, mi carroñera necesidad; pero tus manos ¡¿Por qué?!…siento ira. Pero mi dignidad me abraza, me prohíbe seguir extrañándote, me niego a idealizarte, eres humano y no el único que ha deseado éste monumento para si, me permito ser importante de la misma forma que te permití tocarme, acariciarme en felpa aterciopelada de besos amorosos. Otra historia más que contar, otro pasajero por los rieles de mi cuerpo, otro aventurero muerto. Ahora me decidí a olvidar.