Y en el encuentro, me desencuentro cuando ya te vi –ahí, solitario tu también me recorriste- decidí la seguridad y me aparté del área con paso incierto intentando creerme el loco, el confundido, te llamé eras tu y yo aquel. Sin beso atinamos a parlotear –risas nerviosas- en democracia nos confundimos sin rumbo nos dirigimos a la banca de ninguna parte y ellos, querubines en júbilo aterciopelan nuestras miradas indecisas- ¿es él?, ¿seré yo para el?– la trompeta con ladrido me avisa: temo, sudo, quiero correr, protégeme, pero corres conmigo –no eres para mi- libramos excitados con rubor en las mejillas y me baño en tu mirada de nada hostigando tu atención probablemente ahí estuvo mi error, pero debía contigo ser sólo yo caballero de la mesa triangular; te agarro, te aprieto con mis fuerzas…te zafas. ¿Conquisté el continente? Y yo, cual Colón sirviéndome de un América ya descubierta, indiferente; nada, nada yo nado en la nada de tu mirada-pero nado…- me quieres volver a ver y yo a ti; tocarte, acariciarte, hundirme en tu pecho, colgarme yo diamante de tu cuello jirafa. Me demoro y tu ahí oculto ¿no te veo, donde estas? Ansioso quiero correr, y los pasos no agotan las habladurías lesas, lisas, llanas consigo que me escuches y vemos piedras, estás conmigo, y he lamentado el poco tiempo, el poco deseo, la lentitud de nuestros pasos…desde hoy reconozco que también lamento, que sólo quieras ser conmigo un distante amigo, pero acaso ¿no es ese el riesgo del idealismo? Pero consigo conciliar el sueño porque nadé en agua con dueño.
viernes, 23 de enero de 2009
Al Operado de los nervios...si, por y para ti...
lunes, 19 de enero de 2009
PELAS EN URGENCIA!!!
En el parloteo caminar, se irgue desde la lobreguez melancólica del desalojo social él, que: arañando, abofeteando, golpeando, torturando, traumando, matando se ciega por esas prendas; el antisocial deshumanizado carga con la ira mía, tuya y la de todos mis compañeros –pensé que algo malo, pero muy malo podría pasar conmigo aquella vez…- no me desentiendo de las privaciones que pudo haber pasado, pero ¿Qué sabe de las carencias mías?, ¿Con que derecho, sólo para reducir las especies? y ¿Para qué se afanan con su violenta testosterona? Si, si la misma que hiere mi terciopelo apolillándome, hurgándome, manoseándome como…y de nuevo quedo huacho, ermitaño sufriendo por no poder defender mi patrimonio. Decorando mi cuerpo las cicatrices que me infligieron, ellas y la vagabunda molestia que ahora tengo en el pulmón me hacen recordar mi languidez –ahora supe que a ellos les pasó algo muy parecido, les pegaron a más de uno de los míos, siento pena-. Errantes buitres, obscenas hienas que no comen la carroña pero que tampoco se atreven a comer filete (donde lo material no duele) mas se emboban con la posta, haciéndonos pasar un mal momento en urgencia, como si la atención primaria nos quisiera acunar en un mimo regalón.